El Alto Comisionado de Lucha contra la Pobreza Infantil es una gran noticia

El anuncio del nuevo Gobierno nos llena de alegría. Llevamos años trabajando para que la pobreza infantil sea una prioridad. El siguiente paso debe ser un Pacto de Estado por la Infancia.

Alto Comisionado de Lucha contra la Pobreza Infantil

06/06/2018

El anuncio de la creación, por parte del nuevo Gobierno, de un Alto Comisionado de Lucha contra la Pobreza Infantil nos ha llenado de alegría. Llevamos años trabajando para que la pobreza infantil en este país, que a día de hoy afecta a 3 de cada 10 niños, sea una prioridad. Nosotros, y otras muchas organizaciones de infancia. Porque es nuestra misión velar para que se cumplan los derechos de los niños, en todos los lugares, en cualquier momento. Y la pobreza es la peor amenaza para este cumplimiento.

Este anuncio implica el inicio de una nueva etapa, el comienzo de algo importante. Queremos creer que con este Comisionado echamos a andar, aunque el camino que hay por delante es largo. Queremos creer que, a partir de ahora, los niños van a pasar a ser un asunto de todos. No solo de sus familias, también de las instituciones de gobierno y de la sociedad en su conjunto. Porque sin ellos, sin los niños, ni nuestro país ni ningún otro puede tener un futuro digno con igualdad de oportunidades para todos.

Los niños: "piedra de toque" de la sociedad

En 2008, los sociólogos Fernando Vidal y Rosalía Mota realizaron una encuesta a 15.000 niños y niñas de todo el territorio nacional. Les preguntaron por sus vidas y preocupaciones, y llegaron a una importante conclusión: "La relación con la infancia es la piedra de toque de cualquier sociedad. Los niños son los primeros en sufrir los problemas sociales antes incluso de que la sociedad tome conciencia de ellos y, por eso, los niños son el sismógrafo más sensible del progreso de los pueblos".

En UNICEF empezamos a hablar de pobreza infantil en 2010. Ese año lanzamos nuestro primer informe sobre la infancia en España, que arrojaba un porcentaje de pobreza infantil en España del 24%, según la metodología estadística de aquel momento.

En 2012 llegó el segundo estudio, que ponía el foco de atención en el impacto de la crisis en los niños. Este informe revelaba que, por primera vez en la historia de nuestro país, los niños se habían convertido en el colectivo más afectado por la pobreza. El ‘sismógrafo’ nos estaba avisando de que algo grave estaba pasando y que había que tomar medidas urgentes.

Dos años después, en 2014, pusimos sobre la mesa la necesidad de un Pacto de Estado por  la Infancia. El porcentaje de pobreza infantil en aquel año no solo no había descendido, sino que había aumentado. Nos situábamos ya en un 27,5%, derivado de un alto nivel de desempleo y unas débiles políticas sociales de protección de los niños y sus familias.

En 2017, el año pasado, la cifra de pobreza infantil ya rozaba el 30% (29,7% para ser exactos). Abordar en España la pobreza infantil como política de Estado no podía esperar más. "Demasiados niños y niñas en España ya han pasado su infancia en medio de la recesión, en la pobreza y en la privación", señala Gabriel González-Bueno, como experto en políticas de infancia de UNICEF España.

En este contexto, el anuncio de la creación de este Alto Comisionado no puede ser otra cosa que una gran noticia. Es un primer paso, sí, y como tal hay que celebrarlo. Y, cómo no, recordar que es el inicio de un camino que debe continuar y que necesita inversiones adecuadas y objetivos concretos y ambiciosos.

Pacto de Estado por la Infancia: siguiente paso

Y el siguiente paso debe ser un Pacto de Estado por la Infancia en el que todos los partidos políticos se comprometan a blindar los derechos de todos los niños en nuestro país, y que es reclamado por decenas de organizaciones a través de la Plataforma de Infancia.

Un Pacto de Estado que tenga como elementos centrales la pobreza infantil y la educación. Es necesario ampliar la mirada e ir un poco más lejos. Esta es nuestra hoja de ruta y así es el Pacto de Infancia hacía el que deberíamos avanzar. Con un eje central de pobreza y educación, y amparado en otros elementos clave. 

  • Un Pacto que luche contra la pobreza infantil y apueste por la inclusión social de la infancia, incluyendo medidas como: establecer una prestación universal por hijo a cargo, revisar y mejorar el enfoque de todas las ayudas, y unos servicios públicos inclusivos y accesibles. 
  • Un Pacto que apueste por una educación inclusiva y de calidad, con medidas contra el abandono y el fracaso escolar, que se comprometa con la estabilidad normativa y del modelo educativo; que garantice el apoyo escolar, las becas de libros y las de comedor a quienes lo necesiten, y que incluya la promoción del acceso a la enseñanza para los niños de 0 a 3 años más vulnerables.
  • Un Pacto que implicaría algunos cambios legislativos necesarios para mejorar la situación de la infancia, el impulso a la participación infantil, visibilizar y proteger a la infancia en los presupuestos, y mejorar la coordinación de las políticas y servicios dirigidos a los niños entre las distintas administraciones.
  • El Pacto de Estado debe incluir, además, un mecanismo que establezca metas, indicadores y procesos de seguimiento, que permitan medir y evaluar los avances realizados.