La escuela
más bonita del mundo

El pequeño pueblo de Toumodi-Sakassou se encuentra en mitad de Costa de Marfil y hoy es el centro de una revolución educativa, ecológica y tecnológica sin comparación en el resto del mundo.

Imagen de un muro de ladrillos grises

Esta foto puede parecer un simple muro gris, pero esconde sorpresas asombrosas, entre otras cosas que no es gris… es verde.

Cuando alguien hace un Testamento Solidario a UNICEF apuesta por el futuro de cientos de niños y niñas. Pero, también, por el presente de proyectos tan importantes y hermosos como este. Proyectos que requieren de mucha planificación, de la coordinación de numerosos especialistas y de estabilidad para poder evolucionar.

En Costa de Marfil, la educación sufre un grave problema de masificación en las aulas, escuelas que no cumplen unos mínimos de seguridad y que impiden, por ejemplo, que acudan las niñas cuando están con la menstruación por no poder acceder a baños.

Al mismo tiempo, el 60% de los casos de malaria, diarrea y neumonía en los niños están relacionados con el mal manejo de las basuras. Al contaminar estas el entorno, el agua, el aire...

Para atajar estos graves problemas, UNICEF ha conseguido juntar a dos países con un océano por medio para realizar una revolución ecológica y tecnológica con innumerables beneficios para la educación.

Imagen del antes y el después de la escuela

El antes y el después de la escuela de Toumodi-Sakassou.

La empresa social colombiana Conceptos Plásticos junto con UNICEF, está construyendo en Costa de Marfil escuelas hechas con plástico reciclado. Los ladrillos, que se realizan totalmente con plástico de los vertederos, permiten construir las estructuras rápidamente como si de un “lego” se tratara. Consiguiendo en poco tiempo una escuela que es un 30% más barata que las tradicionales, que aísla mejor la temperatura y que tiene una vida útil mucho más larga.

Con estos ladrillos reciclados se construyen también baños que mantienen a los alumnos con buena salud. Además, estas escuelas cuentan con placas solares que las dotan de electricidad.

Imagen de un grupo de niños plantando árboles

En estas escuelas se realizan proyectos de educación en el cuidado del planeta.

Pero el proyecto va mucho más allá… Muchas familias viven de recuperar desechos en los vertederos en condiciones de salud espantosas. Ahora muchas de estas familias pueden acceder a un sueldo consiguiendo plástico para reciclar, con este fin se ha creado una cooperativa de mujeres. Además, se ha construido en el país una planta para el reciclado de estos plásticos que se convierten en ladrillos, generando aún más puestos de trabajo.

Imagen de Filiana Dibo sosteniendo un bloque de material reciclado

Filiane, madre de 3 niños, nos muestra los primeros ladrillos de plástico reciclado que han salido de la planta donde trabaja en Youpougon, al sur de Costa de Marfil.

La escuela de Toumodi-Sakassou es la más bonita del mundo porque es un proyecto que nos llena de ilusión, que está sirviendo como una prueba exitosa que poco a poco se está extendiendo por el resto del país y que en UNICEF queremos llevar a muchos más países con el fin de apoyar la educación como motor de futuro y cuidar del planeta formando a una nueva generación de niños y niñas concienciados en cuidarlo.

Imagen de un grupo de niñas jugando fuera de la escuela

Los Testamentos Solidarios a UNICEF son una herramienta inigualable para poder desarrollar proyectos tan bonitos y útiles como este. Porque son programas que se tienen que desarrollar durante mucho tiempo y necesitan de estabilidad y de recursos a más años. Ahora mismo, en Toumodi-Sakassou se está logrando que 200 niños y niñas de 3 a 5 años estén aprendiendo en un entorno seguro y estimulante, donde se establecerán las bases de su aprendizaje y su preparación para la escuela primaria. En el futuro serán muchos más, porque juntos podremos llenar el mundo de escuelas tan bonitas como esta.