Siria: crece el número de familias desplazadas
Por David Youngmeyer, UNICEF
Las familias desplazadas por el conflicto sirio buscan refugio donde pueden. UNICEF trabaja para llegar a todas ellas.
El verano es, normalmente, la época del año en la que las
escuelas están vacías. Sin embargo, en Siria, cientos de ellas
están llenas de gente, ya que se han convertido en refugio de
emergencia para los niños desplazados y sus familias.
Estas familias están viviendo donde pueden: en colegios y
otros edificios públicos, algunos parcialmente construidos; en
lugares que han alquilado o con la familia o amigos.
Hace poco formé parte de la misión de UNICEF en
Hassayia, una ciudad rural a una media hora en
coche desde Homs. Alrededor de unas 2.000 personas habían
encontrado refugio temporal en las tres escuelas de la ciudad.
Allí, las condiciones de los niños y sus familias son muy duras. Se
trata de una situación que se puede ver en muchas partes del
país.
Ningún sitio al que volver
En un refugio, conocí a una madre joven, llamada Rana*, que
vive en un aula con otros diez miembros de su familia – sus tres
hijos, sus padres, sus tres hermanas y sus dos hermanos. Duermen en
colchones delgados que ponen sobre el suelo. Una pequeña zona
elevada en la parte delantera del aula, cerca de la pizarra, forma
una cocina improvisada, con un horno de gas portátil. No hay mucha
privacidad, y los baños se comparten con otras
familias. []
Rana me dijo que ella y su familia llevan dos meses viviendo
en esta escuela-refugio. Dejaron su casa, en Al Qusayr,
provincia de Homs, para escapar de los combates. Después de
haberse marchado, Rana se enteró de que su casa había sido
destruida, lo que supone que no tienen ningún sitio
al que volver.
“Nos marchamos en 30 minutos, así que solo trajimos la ropa
que llevábamos puesta. No sé dónde está mi marido”, dice Rana.
“Vivir aquí es difícil, pero tenemos pensado
quedarnos”.
UNICEF TRABAJA PARA LLEGAR A TODAS LAS FAMILIAS
UNICEF suministra apoyo para las familias que viven en estos
refugios y en otras partes del país. Agua, higiene,
saneamiento y salud son las principales áreas de apoyo.UNICEF distribuye 50.000 litros diarios de agua a través de
camiones cisterna. Se ha limpiado la red de alcantarillado de las
tres escuelas, para mejorar los servicios de saneamiento. También
se han distribuido kits de higiene para bebés, y los niños asisten
a sesiones donde aprenden hábitos de higiene, como la importancia
de lavarse las manos para prevenir enfermedades.
Además, se ha instalado una pequeña clínica en la que se
atiende a las personas de los tres refugios y a otras familias
desplazadas que hay en la comunidad. Un pediatra visita a los niños
y les da medicinas, la mayoría de ellas gratuitas. A pesar
de que las condiciones de vida siguen siendo duras y muy básicas,
ha habido importantes mejoras en la salud de los niños desde que la
clínica abrió. Más de 150.000 niños en toda Siria han
pasado las revisiones pediátricas gracias a los 51 equipos médicos
de UNICEF. El objetivo es llegar a los 570.000 niños desplazados
para final de año.
UNICEF seguirá apoyando a la población afectada de
Hassayia, incluyendo a los niños desplazados y a sus familias,
mientras ellos sigan allí.
*Los nombres se han cambiado