Rohingya en Bangladesh: llega el monzón y queremos evitar otro 'Bhola'
Corría el año 1970. El Bhola fue un ciclón devastador que asoló Bangladesh y acabó con la vida de hasta 500.000 personas inundando todo a su paso. No queremos que la historia se repita.
Rozina Akther (izquierda), de 11 años, y su hermano mayor, Arifullah (derecha), colocan ramas en el techo del refugio familiar en Kutupalong, Bangladesh.
26/04/2018
Fue justo en Bangladesh, en la zona donde ahora viven más de 1,2 millones de refugiados rohingya, unos 720.000 de ellos niños. El ciclón más mortífero jamás registrado y uno de los desastres naturales más destructivos de la historia de la humanidad.
¿Y qué tienen ellos y ellas para protegerse de la época de ciclones que ya se acerca? Plásticos y palos. Muy poco. Apenas nada más.
Ahora, el monzón, con sus lluvias torrenciales, acecha a los niños rohingya. Es otra amenaza más que se suma a la emergencia, si es que aún había sitio para más desgracia.
Emergencias dentro de emergencias, situación casi insostenible, sobre todo desde que el pasado mes de agosto de 2017 llegaran otros más de 600.000 (más de la mitad de los que hay ahora) tras un recrudecimiento de la violencia en su país natal, Myanmar.
La época de ciclones viene acompañada del monzón de verano, que produce nada más y nada menos que el 80% de la precipitación anual en la zona.
Una mujer y su hijo junto a su refugio en el campamento de refugiados de Balukhali, Bangladesh.
Impredecible, genera pavor entre los rohingya, que podrían ver inundado todo Kutupalong, el campamento de refugiados más poblado del mundo, con hasta 585.000 residentes, una cifra que perfectamente podría ser la de una capital de un país europeo, por ejemplo.
La fragilidad de los refugios y la vulnerabilidad en la que viven los refugiados rohingya en los campamentos de Bangladesh hiela el corazón y estremece el alma. 'Otro Bhola' arrasaría con todo.
Niños rohingya: nos necesitan más que nunca
Y aunque no podemos controlar el tiempo, sí hay un mensaje de esperanza: podemos ayudarles.
Gracias a vosotros hacemos mucho:
- Les ayudamos a reforzar sus endebles refugios con materiales para hacer frente a inundaciones o deslizamientos de tierra.
- Vacunamos a los niños contra enfermedades como la difteria o el cólera y así evitar posibles brotes de letales enfermedades que se transmiten por el agua.
- Redoblamos esfuerzos para que ningún niño quede sin educación o alimentación.
- Seguir y potenciar nuestro apoyo psicosocial en nuestros Espacios Amigos de la Infancia y Espacios para Niñas y Adolescentes.
Minimizar los efectos de los ciclones y el monzón está en nuestras manos.
Miles de niños rohingya huyen de la violencia.
Ayúdanos a salvar sus vidas.
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