Reino Unido: por fin un país se compromete a dar el 0,7 a la Ayuda Oficial al Desarrollo
Por Sara Collantes, Responsable de seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de UNICEF España
El 0,7 vuelve a estar de actualidad, a pesar de que en nuestro país esa cifra suene cada vez más lejana. De hecho, hay generaciones que están creciendo sin que les hayamos contado nunca la historia de esta vieja reivindicación social que tuvo también una voz potente en España y que arrancó a nuestros representantes políticos un compromiso y un calendario concreto para ponernos manos a la obra para acabar con la pobreza.
En medio de una crisis global que azota fuerte en todo el
planeta, Reino Unido, una gran potencia (miembro
del exclusivo grupo G8) lanza un mensaje al mundo:
nos importa, sobre todo ahora, la lucha
contra la pobreza y el fin de las desigualdades que
destruyen vidas y minan la salud y las oportunidades de millones de
seres humanos.
Una sociedad que se siente corresponsable
No se trata de una decisión aislada de un gobierno específico
de un determinado color político tomada a puerta cerrada en algún
palacio presidencial. La decisión y el mérito real ha sido
de la sociedad británica, una sociedad que se siente
corresponsable y asume el papel que debe jugar frente a los
tremendos problemas de desigualdad en el mundo y que, en coherencia
con esta convicción, no ha cesado de exigir a su gobierno
que moviese ficha, que diera esa ridícula parte de sus
impuestos el destino que ellos querían: la ayuda oficial al
desarrollo. Y lo ha conseguido.
Celebramos con ellos este avance, que
nos anima a
ampliar un poco nuestra mirada y a sentirnos parte del
escenario global al que pertenecemos. La crisis está haciendo
importantes estragos y, como tiene que ser,
salir de la
crisis nos preocupa y ocupa nuestro tiempo y nuestro
esfuerzo. Pero, no nos podemos quedar ahí, porque ni
siquiera la crisis que vivimos justifica
realidades tan
inadmisibles y tan reversibles a la vez,
como la
de los 19.000 niños que mueren cada día por causas que podemos
evitar. La crisis no puede frenar abruptamente programas
de cooperación al desarrollo de los que dependen la vida de miles
de personas.
¡Hoy es una buena ocasión para empezar a hablarles a
nuestros hijos del 0,7!