Los jóvenes kurdos ayudan a preparar la vuelta al cole de los niños sirios refugiados al norte de Irak
Por Chris Niles, UNICEF.
El primer día de colegio en el campo de refugiados de Arbat, al norte de Irak, los niños refugiados sirios son recibidos por los jóvenes de la comunidad local, que han estado trabajando duro para asegurarse de que el curso empiece bien.
Los 40 grados que hay en el campo de
refugiados no han impedido que decenas de niños y jóvenes
refugiados sirios hagan cola para algo que han estado esperando con
impaciencia: el primer día de colegio.
Mientras, decenas de jóvenes kurdos van camino del campo en
minibuses. Son estudiantes de Sulaymaniyah, que en las últimas
semanas han trabajado duro para asegurarse de que los niños
refugiados sirios tuvieran todo lo que necesitaban para el comienzo
del curso escolar.
Apoyo de la comunidad local
Gracias a la venta de pasteles y de otros eventos
comunitarios, los jóvenes de Sulaymaniyah han conseguido el dinero
suficiente para comprar uniformes del colegio, libros, mochilas,
pasta de dientes y jabón para los niños sirios.
Cuando llegan al campo, los jóvenes montan en los autobuses y
empiezan a distribuir la ayuda. Con ellos está Sahar
Mohammed, de 17 años, que está en su último año de secundaria.
Quiere ser nutricionista, para ayudar a los niños a llevar una vida
más sana.
“Hablamos con los niños, interactuamos con ellos, les
preguntamos qué les gusta. La mayoría dicen que les gusta
la escuela y que quieren ser útiles para su comunidad.
Está siendo una gran experiencia”, cuenta Sahar.
Los estudiantes mayores ayudan a los más jóvenes a decorar un
cartel que dice “Bienvenidos al colegio”. Sentados en alfombras,
los niños marcan con pintura sus manos en el cartel.
Un día importante para los niños sirios refugiados
“Estoy muy orgullosa de ver a estos jóvenes de
Sulaymaniyah ayudando a los niños sirios en su vuelta a la
escuela. Se pueden ver las sonrisas en sus caras”, dice la
oficial de suministros de UNICEF Thawra Al Jaff.
La iniciativa de la vuelta al cole es solo el comienzo de la
puesta en marcha de un programa cuyo objetivo es asegurar
que los niños se inscriban en la escuela y continúan aprendiendo
ininterrumpidamente.
El representante de UNICEF en Irak, Marzio Babille, estima quela escuela de Arbat acogerá a más de 1.500 niños en el
próximo mes. El apoyo de los jóvenes de la comunidad local
es vital para los niños refugiados y sus familias.
“Confiamos en la fortaleza de la juventud. Confiamos en su
entusiasmo”, afirma Babille.