Nigeria: la violencia obliga a más de 1 millón de niños a dejar la escuela

La violencia en Nigeria y los países vecinos sigue siendo una constante. Los continuos ataques contra la población civil han obligado a más de un millón de niños a abandonar su educación.
 
La tasa de matriculación escolar en esta zona ya era muy baja antes del conflicto. En Nigeria, Camerún, Chad y Níger había 11 millones de niños sin escolarizar a los que ahora se suman estos niños que se están quedando sin educación debido a la ola de violencia. 
 
“Es una cifra abrumadora”, dice Manuel Fontaine, director regional de UNICEF en África Occidental y Central. “El conflicto ha supuesto un duro golpe para la educación en la región, y la violencia ha dejado a muchos niños fuera de las aulas durante más de un año, poniéndolos en riesgo de abandonar completamente la escuela”.
 

MÁS DE 2.000 ESCUELAS CERRADAS EN NIGERIA, CAMERÚN, CHAD Y NÍGER

Más de 2.000 escuelas siguen cerradas en Nigeria, Camerún, Chad y Níger y cientos de ellas han sufrido ataques, saqueos o incendios. En el extremo norte de Camerún, solo una de las 135 escuelas cerradas en 2014 ha reabierto este año. Algunos centros llevan más de un año cerrados.
 
Desde UNICEF hemos dado apoyo a 170.000 niños que han podido reanudar su educación en las zonas más seguras de los tres estados más afectados por el conflicto, donde la mayoría de escuelas sí han podido reabrir.
 
Sin embargo muchas aulas están masificadas, ya que algunos centros educativos siguen siendo el hogar de muchas personas desplazadas en busca de refugio. En estas áreas algunos profesores desplazados, que también han huido de la violencia, están comprometidos con la escolarización y a menudo doblan turnos para que más niños puedan volver a clase.
 

NIGERIA: 600 PROFESORES HAN SIDO ASESINADOS

En otras zonas la inseguridad, el miedo a la violencia y los ataques impiden a muchos profesores la reanudación de las clases, y disuaden a los padres de enviar a sus hijos a la escuela. Solo en Nigeria unos 600 profesores han sido asesinados desde el levantamiento de Boko Haram.
 
“El reto que afrontamos es mantener a los niños seguros sin interrumpir su escolarización”, declara Fontaine. “Las escuelas han sido objetivo de los ataques, y los niños tienen miedo de volver a las aulas. Cuanto más tiempo pasan fuera de la escuela, mayor es el riesgo de que sufran abusossecuestros o reclutamiento por parte de grupos armados”.
 

NIGERIA: NECESITAMOS FONDOS PARA EL AÑO QUE VIENE

Ante esta situación, desde UNICEF, y gracias a los gobiernos y otras organizaciones, hemos establecido espacios temporales de aprendizaje y hemos renovado y ampliado las escuelas. Esto ha beneficiado a 67.000 niños. También hemos formado a profesores en apoyo psicosocial y hemos proporcionado material escolar a más de 132.000 niños desarraigados a causa del conflicto, también en escuelas locales que acogen a estudiantes desplazados.
 
Sin embargo, las restricciones de seguridad y la falta de fondos obstaculizan los servicios de acceso a la educación y la distribución de materiales de aprendizaje de emergencia. En 2016, necesitaremos cerca de 21 millones de euros para proporcionar acceso a la educación a los niños afectados por los conflictos en los cuatro países, la mayoría de los cuales vive alrededor de la región de Lago Chad.