18 jóvenes supervivientes piden al mundo que acabe con la violencia infantil

Todos los días, millones de niños en todo el mundo sufren situaciones de violencia que dejan cicatrices imborrables que les acompañan durante toda su etapa adulta.   

Muchas veces, las atrocidades quedan en el ámbito privado y son invisibles para la sociedad

18 jóvenes de diferentes países han decidido hacer visible lo invisible y pedir a los líderes mundiales que pongan fin a la violencia contra todos los niños del mundo.

Este es su mensaje:

"A los líderes mundiales,

Cada 5 minutos, en algún lugar del mundo, un niño muere a causa de la violencia. Somos 18 jóvenes de diferentes países del mundo, supervivientes de la violencia, el dolor y el abuso.

Hay millones de niños como nosotros.

Nos hemos visto obligados a huir de nuestras casas, luchar como niños soldados y trabajar como esclavos domésticos. Hemos sufrido violaciones, golpes y ataques en nuestras propias comunidades. Hemos vivido en primera persona el asesinato de nuestros padres, familiares y amigos. Recuerdos aterradores que nos revuelven el estómago.

Ningún niño debería empezar así su vida

En septiembre, los líderes mundiales os reuniréis para establecer los nuevos Objetivos de Desarrollo para los próximos 15 años. Como jóvenes ciudadanos del mundo, os pedimos que, juntos, construyáis un mundo más seguro para los niños

Esperamos que llegue el día en el que los únicos moratones que tengan los niños sean los que se hagan jugando en el patio.

Debéis actuar ya para poner fin a la violencia contra los niños.

No esperéis ni cinco minutos más. Nuestras vidas dependen de ello."

Estos son algunos de sus testimonios:

VIOLENCIA INFANTIL EN SUDÁN DEL SUR: "CUANDO ME SAQUEN LA BALA, ME SENTIRÉ SEGURO"

Missing archivo.
Boto* es un joven de 16 años de Sudán del Sur que está recibiendo tratamiento para extraerle una bala del cuello. Le dispararon cuando luchaba en Facción Cobra, un grupo armado del país. "Cuando me saquen la bala, me sentiré seguro. Si me encuentro bien después de mi operación y puedo ir al colegio, me convertiré en doctor o líder de mi comunidad. Puede que sea una persona importante. No quiero vivir más enfrentamientos y no quiero ser soldado. Quiero ser doctor y ayudar a la gente", dice. 

VIOLENCIA INFANTIL EN PORTUGAL: "ME SENTÍA CULPABLE DE SU COMPORTAMIENTO"

Con poco apoyo familiar, Alice, una joven de 18 años de Portugal, acabó en una relación en la que sufrió violencia física y psicológica. "Los juegos mentales y la presión psicológica me hacían sentir culpable. Me sentía responsable de su comportamiento, aunque sabía que yo no estaba haciendo nada malo. Cuando finalmente decidí poner fin a la violencia psicológica y hacerle frente, empezó la violencia física: empujones, bofetadas y agarrones, entre otras cosas", cuenta. 

VIOLENCIA INFANTIL EN GAZA: "AL REGRESAR, NO QUEDABA NADA DE NUESTRA VIDA ANTERIOR"

"En la última guerra en la Franja de Gaza, los aviones israelíes bombardearon los alrededores de mi casa y la gente empezó a chillar y gritar. Mi familia decidió huir de la zona. Regresamos después de pasar un mes de miedo y desplazamiento. No encontramos nada de nuestra vida anterior... Me siento segura cuando puedo dormir en mi cama sin miedo a despertar con la noticia de una nueva guerra", dice Sabreen, una joven de 15 años del Estado de Palestina.

ÚNETE A NUESTRO MOVIMIENTO CONTRA LA VIOLENCIA INFANTIL

Si tú también quieres sumarte al llamamiento de estos jóvenes por un mundo sin miedo para los niños, puedes unirte a nuestro movimiento contra la violencia infantil.