Cerca de 200 millones de niños sufren desnutrición crónica en el mundo
20 DE NOVIEMBRE, DÍA UNIVERSAL DEL NIÑO. Mañana se conmemora el 22 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño y se cumplen cuatro meses de la declaración de hambruna en SomaliaLa desnutrición crónica mantiene atrapados en el círculo de la pobreza a casi 200 millones de niños en el mundo, lo que impide el desarrollo de cada uno de esos niños, de las comunidades en las que viven y de sus países.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) persiguen la
erradicación de la pobreza extrema, el hambre (ODM1), las
enfermedades y la reducción de la mortalidad infantil (ODM 4) y, a
pesar de que, por primera en vez en la historia, existen los
recursos y el conocimiento suficientes para acabar con el hambre y
la pobreza, la desnutrición está asociada a un tercio de las
muertes de menores de cinco años y la hambruna ha regresado al
Cuerno de África.
Coincidiendo con el Día Universal del Niño, que cada 20 de
noviembre conmemora la aprobación de la Convención sobre los
Derechos del Niño (CDN), UNICEF España quiere recordar que la
nutrición, la salud, la supervivencia y el desarrollo son derechos
humanos recogidos en este tratado internacional, que es el más
ratificado de la historia.
Actualmente en el mundo se producen alimentos suficientes para
satisfacer las necesidades de toda la población. Por lo tanto, como
indicó Kul C. Gautam, Director Ejecutivo Adjunto de UNICEF, “el
hambre y la desnutrición no son consecuencias de la falta de
alimentos, sino también de la pobreza, la desigualdad y los errores
en el orden de las prioridades”. UNICEF y otras agencias de
Naciones Unidas trabajan con comunidades y gobiernos para atajar
las causas estructurales que impiden acabar con la pobreza y el
hambre.
Emergencia nutricional en el Cuerno de
África
El pasado 20 de julio la ONU declaró estado de hambruna en varias
zonas del sur de Somalia, donde cientos de niños han muerto por
causas relacionadas con la desnutrición. Cientos de miles siguen en
riesgo. La emergencia en el Cuerno de África se ha convertido en
una crisis de supervivencia infantil de dimensiones masivas. La
falta de alimentos produce desnutrición y los niños con
desnutrición son extremadamente vulnerables a enfermedades mortales
como el sarampión, la malaria, la diarrea y la neumonía.
Las causas que están detrás de esta emergencia son el aumento del
precio de los alimentos, la peor sequía de la región en décadas y
el conflicto interno en Somalia. La solidaridad de miles de
personas, entidades públicas y privadas de muchos países consigue
salvar miles de vidas, pero aún hay lugares con graves dificultades
de acceso para la ayuda humanitaria.
La respuesta de UNICEF no ha dejado de aumentar a medida que las
dimensiones de la emergencia han ido creciendo. Hace unas semanas
la organización abrió un almacén en Dubai para agilizar el
transporte de suministros a Somalia. Hasta el momento UNICEF ha
distribuido en la región por aire, mar y tierra más de 14.000
toneladas de suministros de primera necesidad.
En el centro y el sur de Somalia, donde el acceso de las agencias
humanitarias es limitado, UNICEF y sus aliados han conseguido
tratar a 140.000 niños con desnutrición en más de 1.000 centros, y
llegar a 600.000 personas con alimentación suplementaria y a unas
30.000 familias con alimentos cocinados en el camino hacia los
campos de refugiados de Kenia y Etiopía. Además, se han realizado
campañas de vacunación y algunas acciones específicas basadas en el
trabajo con las comunidades, como el programa Red de Seguridad
Productiva y el programa de Extensión de la Salud en Etiopía, han
sido fundamentales en la prevención de mayores tasas de
mortalidad.
Las previsiones para la temporada de lluvias, que ya ha comenzado,
reflejan que la seguridad alimentaria puede mejorar en Kenia y
Etiopía. Sin embargo, la experiencia demuestra que la lluvia,
después de una prolongada sequía, incrementa el riesgo de
inundaciones y de brotes de enfermedades mortales como el cólera,
la malaria y la neumonía. Para atajar la incidencia de estas y
otras enfermedades, UNICEF y sus aliados han vacunado a 1,2
millones de niños contra el sarampión y se están enviando kits de
lucha contra el cólera en zonas con grandes concentraciones de
personas recién llegadas.
La Convención sobre los Derechos del Niño
(CDN)
La CDN es el primer instrumento internacional que reconoce a los
niños como agentes sociales y como titulares activos de sus propios
derechos. El texto fue aprobado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y entró en vigor el 2 de
septiembre de 1990.
Sus 54 artículos recogen los derechos económicos, sociales,
culturales, civiles y políticos de todos los niños. Su aplicación
es de obligado cumplimiento para los gobiernos, pero también define
las obligaciones y responsabilidades de otros agentes como los
padres, profesores, profesionales de la salud, investigadores y los
propios niños y niñas.
La CDN es el tratado internacional con la más amplia ratificación
de la historia. Los países que la han ratificado, 193, tienen que
rendir cuentas sobre su cumplimiento al Comité de los Derechos del
Niño. Se trata de un comité formado por 18 expertos en el campo de
los derechos de la infancia, procedentes de países y ordenamientos
jurídicos diferentes.
La Convención tiene dos protocolos que la complementan: el
protocolo relativo a la venta de niños y la prostitución infantil,
y el protocolo relativo a la participación de los niños en
conflictos armados.
UNICEF tiene el mandato de Naciones Unidas de velar por el
cumplimiento de la Convención y todo su trabajo se basa en
ella.