Cada día fallecen 12.000 niños menos que en 1990
En 2010 murieron 7,6 millones de niños menores de cinco años por causas prevenibles frente a los más de 12 millones de 1990
Nueva York/Ginebra, 15 de septiembre de 2011 - El número de
niños menores de cinco años que muere cada año se ha reducido de
los más de 12 millones en 1990 a 7,6 millones en 2010, según el
Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, y la
Organización Mundial de la Salud, que han dado a conocer las
últimas estimaciones sobre mortalidad infantil.
Estas nuevas cifras muestran que, en comparación con 1990, cada
día fallecen 12.000 niños menos.
Un informe anual sobre mortalidad infantil pone de relieve que
en África subsahariana, la región con el mayor número de muertes de
niños menores de cinco años en el mundo, la tasa de mortalidad
infantil de niños menores de cinco años ha duplicado su ritmo de
descenso, pasando de una bajada del 1,2 % anual en la década
1990-2000 al 2,4% en la década 2000-2010.
"La noticia de que la tasa de mortalidad infantil en África
subsahariana está disminuyendo el doble de rápido que hace una
década, demuestra que podemos avanzar incluso en los lugares más
pobres, pero no podemos olvidar ni por un momento el escalofriante
dato de que unos 21.000 niños mueren cada día por causas
evitables", ha dicho Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF.
"Centrando las inversiones en las comunidades más desfavorecidas
nos ayudará a salvar las vidas de más niños, de manera más rápida y
efectiva."
Entre 1990 y 2010, la tasa de mortalidad de niños menores de
cinco años disminuyó en más de un tercio, de 88 muertes por cada
1.000 nacidos vivos a 57.
Desafortunadamente, este ritmo de progreso es todavía
insuficiente para alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio 4
(ODM 4), que aboga por una reducción de dos tercios de la tasa de
mortalidad de niños menores de cinco años para el año 2015.
"La reducción de la mortalidad infantil está relacionada con
muchos factores, sobre todo el aumento del acceso a servicios
sanitarios de los recién nacidos. También la prevención y el
tratamiento de enfermedades infantiles, y mejoras de la nutrición,
la cobertura de vacunación, el agua y el saneamiento", aseguró
Margaret Chan, Directora General de la OMS. "Esta es una prueba de
que invertir en la salud de los niños es usar bien el dinero, y una
señal de que tenemos que incrementar estas inversiones en los
próximos años."
Algunas de las mejoras más importantes se han producido en
países donde los niños son más vulnerables.
Un ejemplo es Níger, donde en 1990 la tasa de mortalidad de
niños menores de cinco años era de 311 por cada 1.000 nacidos
vivos. Para hacer frente a las grandes distancias que hay entre
donde vive la población y los centros de salud, se desplegaron por
todo el país trabajadores sanitarios comunitarios preparados para
realizar intervenciones de gran impacto en miles de nuevos puestos
de salud. En 2010, Níger fue uno de los cinco países donde más
bajaron las tasas de mortalidad infantil, junto con Malawi,
Liberia, Timor-Leste y Sierra Leona.
Chan y Lake coincidieron en que el compromiso de los gobiernos y
la puesta en marcha de estrategias para facilitar el acceso y uso
de servicios esenciales resultan factores de éxito esenciales.
El informe muestra que los recién nacidos y los bebés son los
que tienen mayor riesgo de morir, aunque se han producido menos
avances en este grupo de edad que con los menores de cinco años.
Más del 40% de las muertes de niños menores de cinco años ocurren
durante el primer mes de vida y más del 70% durante el primer
año.
Las mejoras y los avances son alentadores, pero continúan
produciéndose importantes disparidades. África subsahariana sigue
registrando las mayores tasas de mortalidad infantil, ya que uno de
cada ocho niños muere antes de cumplir los cinco años, o sea, más
de 17 veces la media de las regiones desarrolladas (1 de cada 143).
El sur de Asia es la segunda región con las tasas más altas, ya que
fallece 1 de cada 15 niños antes de los cinco años.
Las muertes de niños menores de cinco años se concentran cada
vez más en África subsahariana y el sur de Asia. En 1990, el 69% de
las muertes de niños de menos de cinco años ocurrieron en estas dos
regiones. En 2010, esa proporción aumentó al 82%. En 2010, casi la
mitad de todas las muertes de niños menores de cinco años se
produjeron en India, Nigeria, República Democrática del Congo,
Pakistán y China.
Estas nuevas estimaciones están publicadas en el informe 'Niveles y tendencias de la mortalidad infantil 2011' publicado por el Grupo Inter-agencial de Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil (IGME en sus siglas en inglés), dirigido por UNICEF y la OMS, y que incluye al Banco Mundial y la División de Población de las Naciones Unidas.