Sudán del Sur: juego y teatro para superar el conflicto

Los niños realizan actividades educativas durante la emergencia en Sudán del Sur
“Me gusta el espacio amigo de la infancia porque soy feliz aquí, jugamos, bailamos y hacemos un montón de cosas con los otros niños. Esto me ayuda porque así no me preocupo de haber dejado mi hogar". Nos lo explica Atong Aboh, de 12 años.
 
Como ella, más de 51.000 niñas y niños están teniendo acceso a actividades educativas durante la emergencia en Sudán del Sur.
 
El pueblo de Atong está en la provincia de Bor, donde, en diciembre de 2013, se desataron violentos enfrentamientos. La población sigue huyendo de las matanzas y los campos de refugiados, como este de Mingkaman, se están saturando. Los niños y las mujeres son los más afectados.
 
Los niños de Sudán del Sur están siendo víctimas de la violencia y el desplazamiento masivo por el conflicto inter-étnico que se desató en este joven país hace unos meses. Se enfrentan a un grave peligro porque están en medio de los combates o han huido de sus casas y necesitan, urgentemente, agua, alimentos, refugio y protección
 
En este campo, además de dar respuesta a las necesidades básicas, se han habilitado más de 6 espacios amigos de la infancia gestionados junto a Plan Internacional. En estos espacios, la danza, el sonido de los tambores y los talleres de teatro ayudan a más de setenta niños desplazados a olvidar los traumáticos acontecimientos que vivieron en el pasado.
 
"Mientras juegan se olvidan del trauma que han sufrido", señala Diing Mayom, también desplazada, de 23 años, y que ha sido formada como animadora para impartir los talleres a los más pequeños. 
 
UNICEF necesita urgentemente 75,1 millones de dólares (unos 54,7 millones de euros) para atender las necesidades humanitarias críticas de la población vulnerable desplazada por el conflicto durante 2014.

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