Siria: comienza el quinto año de violencia y sufrimiento para 14 millones de niños

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Cerca de 14 millones de niños de toda la región sufren los efectos del cada vez más intenso conflicto que se desarrolla en Siria y gran parte de Irak.

Al iniciarse el quinto año de crisis en Siria, desde UNICEF hacemos un llamamiento para que se brinde más apoyo a los adolescentes.

Los más de 5,6 millones de niños que permanecen aún en Siria son quienes se encuentran en situación más desesperada.

Entre ellos, unos 2 millones de niños que viven en regiones del país a las que resulta imposible llegar para prestarles ayuda humanitaria debido a los combates y otros factores. Unos 2,6 millones de niños sirios continúan sin asistir a clase.

Casi 2 millones de niños sirios se encuentran refugiados en Líbano, Turquía, Jordania y varios países más. A ellos se deben sumar los 3,6 millones de niños de las comunidades vulnerables en las que se albergan otros refugiados, cuya presencia impone cargas adicionales a diversos servicios, como la educación y la atención sanitaria.

Mientras tanto, la crisis en Irak, que se vincula de manera cada vez más estrecha con la de Siria, ha obligado a más de 2,8 millones de niños a abandonar sus hogares y ha dejado a muchos otros atrapados en zonas controladas por grupos armados.

“Los niños pequeños no conocen otra realidad que esta crisis. En el caso de los adolescentes que inician la etapa formativa de sus vidas, la violencia y el sufrimiento no solo han marcado a fuego su pasado sino que han comenzado a definir su futuro", explica Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF. "Al comenzar el quinto año de crisis, persiste el peligro de que esta generación de jóvenes se pierda en un ciclo de violencia y repita en la generación siguiente lo que ha sufrido y continúa sufriendo".

Siria: La violencia marca el presente y define el futuro de los niños

A pesar de los trastornos causados por el conflicto, los niños y jóvenes siguen demostrando un increíble coraje y determinación. Un ejemplo es el de Alaa, un joven de 16 años de edad, que huyó de su hogar en la ciudad de Homs, arrasada por la guerra, y que hoy ha reanudado sus estudios y dirige cursos de formación en los que participan otros niños. O la historia de Christina, una niña de 10 años que vive en un refugio en el norte de Irak y que ayuda con sus estudios a otros niños menores que ella.

A pesar del daño que han sufrido, de los males que les han hecho y de la aparente incapacidad de los adultos para poner fin a este horrible conflicto, los niños afectados por esta crisis no han perdido la determinación y el coraje necesarios para construir vidas mejores", añade Lake. “Ante tamaña determinación de su parte, ¿cómo no sentirnos más decididos a ayudarles? Si ellos no han perdido la esperanza, ¿cómo podemos perderla nosotros?".

Desde UNICEF hacemos un llamamiento para que se realicen inversiones a largo plazo que permitan satisfacer las necesidades de los niños y adolescentes y darles las aptitudes y la motivación que requieren para construir un futuro más estable. Las inversiones deberían estar dirigidas, entre otras, a las siguientes esferas:

  • Cursos de recuperación escolar y de formación profesional, y actividades recreativas para los adolescentes. Teniendo en cuenta que en Siria hay unos 5 millones de niños de 12 a 18 años de edad, los jóvenes necesitan apoyo para adquirir aptitudes y medios para ganarse la vida.
  • Oportunidades de recibir educación formal y no formal para los niños afectados por el conflicto, así como sistemas de certificación que hagan posible que los estudiantes no pierdan su estatus académico.
  • Servicios de atención psicosocial y asistencia para los niños vulnerables, como los que han sido víctimas de violencia.
  • Mejora de los sistemas de educación y salud de las comunidades anfitrionas, además de apoyo a los medios de subsistencia, a fin de que todos los niños que sufran algún efecto del conflicto reciban ayuda.