Nauru: crecen las evidencias de abusos sobre los niños refugiados
Los niños solicitantes de asilo y refugiados no están seguros en Nauru, Micronesia.
Las evidencias de abuso a los niños son innegables y no cesan. Por eso, nuestros compañeros de UNICEF en Australia han pedido a su Primer Ministro que tome medidas inmediatas y evite un daño mayor.
Australia mantiene la política de retornar a sus países de origen a las personas solicitantes de asilo y refugiados que llegan por mar o trasladarlas a centros en Nauru o en la isla de Manus (Papúa Nueva Guinea). Es precisamente en esos centros donde las acusaciones de abuso sexual infantil, de violencia de género y de condiciones crueles e inhumanas han vuelto a aparecer, sólo unas semanas después de que publicáramos un informe con datos sobre la desprotección infantil en Nauru. Este estudio (en inglés), llevado a cabo durante 18 meses, cita 13 recomendaciones para prevenir la violencia, el abuso, el abandono y la explotación de los niños en la isla. Entre ellas, recomendamos construir un sistema integral de protección de los niños y las niñas.
Nauru: niños en condiciones crueles e inhumanas
"Es encomiable que el Gobierno de Nauru esté tomando medidas positivas para mejorar la protección de los niños en la isla. Sin embargo, las evidencias existentes sugieren que es muy difícil responder a las necesidades de los niños y sus familias. Nauru y Manus no estaban destinados a ser opciones de reasentamiento a largo plazo", explica nuestra compañera Nicole Breeze, directora de sensibilización de UNICEF Australia.
Desde UNICEF Australia pedimos al Gobierno del país que se comprometa a poner en marcha un plan de reasentamiento legítimo que permita a los niños comenzar una nueva vida donde puedan estar a salvo, recuperarse, aprender y volver a jugar como todo niño merece.
"Australia ha trasladado injustamente sus responsabilidades ante los solicitantes de asilo y refugiados a nuestros vecinos del Pacífico durante ya demasiado tiempo. Debemos hacer nuestra parte y ser justos para responder a la peor crisis de refugiados del mundo", afirma Breeze. "Pedimos al Primer Ministro que se comprometa con un plan de reasentamiento legítimo para los solicitantes de asilo y refugiados en Nauru y Manus y que aumente en 30.000 las plazas para acogerse al Programa Humanitario de Australia", añade.