Acción de UNICEF tras el terremoto en Pakistán

Tras el fuerte terremoto que ha sacudido en la madrugada del 29 de octubre el distrito de Ziarat, en Pakistán, UNICEF ha puesto en marcha su acción de respuesta de emergencia. El personal de UNICEF en Pakistán está trabajando con el Gobierno del país y con otras agencias de ayuda humanitaria para coordinar la respuesta de emergencia

UNICEF está proporcionando asistencia de emergencia para ayudar a niños, niñas y mujeres afectados por el terremoto que sacudió la provincia de Balochistán, al noroeste del país, el pasado miércoles 29 de octubre, dejando a unas 200 víctimas mortales y a más de 70.000 personas sin hogar. Entre ellas, más de 30.000 niños. Es probable que las cifras sigan aumentando por las réplicas, por lo que los equipos de ayuda están intentando llegar hasta las zonas más remotas.

El jueves, UNICEF realizó una evaluación conjunta con las autoridades del país y con representantes de las Naciones Unidas sobre el estado de las áreas más afectadas en el distrito de Pishin, donde más de 38.000 personas han resultado afectadas –incluyendo a casi 7.000 niños menores de cinco años. En el distrito de Ziarat, 70.000 personas han sido afectadas, unas 2.000 casas dañadas y miles de escuelas han quedado parcialmente destruidas por el terremoto. Muchos caminos y carreteras han quedado bloqueados, y centros de salud han quedado en ruinas. Los suministros de agua y alimentos están en peligro. Las casas de barro o de barro y ladrillo en la zona ofrecen poca resistencia ante los terremotos.

Necesidades inmediatas Con el invierno a punto de llegar, las necesidades más urgentes de los supervivientes son tener refugio, agua potable, alimentos, ropa de abrigo y asistencia médica de emergencia. Es una prioridad de UNICEF garantizar el suministro de agua potable. Entre otros motivos, porque los niños son especialmente vulnerables ante las enfermedades como la diarrea y el cólera. La mayoría de los suministros habituales de agua potable han sufrido daños por el terremoto: aproximadamente 12.000 personas en Ziarat no tienen acceso a agua potable y dependen del suministro por camiones cisterna.

UNICEF, a través de su representante en Quetta, la capital de la provincia de Balochistán, en colaboración con el Gobierno de Pakistán, ha empezado a disponer servicios de agua potable y saneamiento en Ziarat, incluyendo fuentes para distribución de 40.000 litros de agua y el despliegue de cuatro cisternas, e iniciando el restablecimiento de una estrategia para proveer de agua potable a 8.400 personas, incluyendo a más de 3.800 niños.

UNICEF también ha proporcionado 50 toneladas de UNIMIX a la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (PDMA) como complemento alimenticio para niños pequeños, mujeres embarazadas o lactantes. Además, hoy miso se distribuirá ropa de abrigo para un grupo inicial de 100 niños en refugios de Ziarat. UNICEF además está movilizando suministros adicionales de emergencia: refugio, tanques de agua, tabletas de purificación del agua, etc., que estaban listos para suministro en sus almacenes en Karachi y Peshawar, y más suministros serán transportados de Karachi a Quetta el sábado. Balochistán, cerca de la frontera Afgana, es la provincia más grande de Pakistán pero una de las menos pobladas, aunque en mayor riesgo ante los desastres naturales.

La infancia en Pakistán

La infancia de Pakistán afronta graves problemas que abarcan desde la desnutrición y el difícil acceso a la educación y a los centros de salud, hasta la explotación laboral infantil. Su baja condición social los convierte a diario en víctimas en sus hogares y en la escuela, así como de la trata infantil organizada y la explotación sexual. A las niñas les afecta especialmente, ya que ciertas actitudes conservadoras pueden impedirles su asistencia a la escuela o que completen sus estudios.

Los desastres naturales recientes han aumentado la vulnerabilidad de miles de niños y niñas. En 2005, un terremoto demoledor mató aproximadamente a 73.000 personas, dejando a otras 3,3 millones sin hogar.