Programas educativos: Building for Life

Durante nuestra visita a Senegal tuvimos la oportunidad de visitar muchas escuelas en las que Unicef ya está trabajando y otras en las que va a comenzar a trabajar en próximas fechas. Resulta muy alentador comprobar como cambios muy simples en las escuelas pueden mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas y de las comunidades en la que viven. El trabajo de Unicef consiste en un paquete básico de medidas que progresivamente van mejorando las condiciones de las escuelas al mismo tiempo que crea capacidades en los alumnos y sus familias. 

Las medidas comienzan por la provisión de agua y de saneamiento de forma segura, a la vez que se va formando a los alumnos del centro en buenas prácticas higiénicas, como el lavado de manos.

En las cuatro regiones en las que Unicef ha lanzado este programa las cifras son las siguientes: 2.032 escuelas de las que el 67% no tienen agua, el 88% no tienen electricidad, el 51.7% no tienen letrinas y el 48.6% no tienen programas de alimentación. Los objetivos principales de este programa llamado “Building for Life” son:

  • Aumentar los resultados cualitativos en educación, favoreciendo la asistencia y permanecia de l@s alumn@s, formando a los profesores y favoreciendo la igualdad niño-niña.
  • Buenos hábitos para la vida, mejorando las prácticas sanitarias e higiénicas, y sensibilizando sobre el respeto y la tolerancia hacia los demás.
  • Fortalecer las comunidades, y aumentar el apoyo de las comunidades a la escuela, la comunidad debe sentir que la escuela es parte de ella y debe trabajar para su mejora, a través de la implicación de padres y profesores.

Una vez que se ha conseguido el dotar de agua, en colaboración con el PAM, se anima a las escuelas a que cultiven sus propios huertos, con un doble objetivo, fortalecer los programas de alimentación escolar, y formar tanto a padres como a hij@s. El trabajo es más fácil en aquellas zonas que no se han visto afectadas por el conflicto o que lo han sido levemente, pero en aquellas que han sido afectadas y que aún hoy lo siguen siendo la cosa se complica. Los caminos, senderos y zonas de cultivo son susceptibles de estar minadas, lo que conlleva un grave peligro para toda la población. L@s niñ@s se ven afectados en su vida diaria, pueden pisar una mina al ir a la escuela, al trabajar en el campo con sus padres, o al jugar en su tiempo libre.

Por estos motivos uno de los principales programas de Unicef en esta región consiste en la sensibilización y en la capacitación de todos los miembros de la comunidad sobre como detectar la presencia de minas y que hacer en caso de sospechar que la zona en la que se encuentran está minada.